Registros de un viaje interno
Esta instalación surge como una reflexión sobre el medio y tiene como fin explorar las posibilidades de la fotografía más allá de su carácter indicial. A partir de este enunciado se propone un entrecruzamiento entre lo fantástico y el valor de verdad que se le asigna a la fotografía. La utilización de cámaras de seguridad propone una nueva capa de "documentación" de este viaje imaginario. La instalación ubica al espectador dentro de una puesta en abismo que, al detenerse frente al escritorio para ver las imágenes, se sitúa en el rol de vigilador, testigo y parte de la experiencia.